El 27 de enero se celebra el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, fecha fijada por una resolución la ONU al ser aquella en la que se liberó, en 1945, el mayor de todos los campos de concentración nazis: Auschwithz-Birkenau, en el que murieron entre 1,5 y 2,5 millones de personas. Con objeto de tal conmemoración, el CNIIE (Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa), sito en Madrid, organizó un curso para docentes acerca del tratamiento educativo del tema del Holocausto en las aulas. Dentro de estas jornadas se incluía la conferencia de una de las supervivientes que estuvo internada en ese mismo campo: Anette Cabelli.

Desde el mismo instante en que, desde el centro, tuvimos conocimiento de tal hecho, nos pareció una oportunidad única que no podíamos desaprovechar. Es cierto que en el acto no se contemplaba la asistencia de alumnos, pero, aun así, no podíamos dejar pasar la ocasión, ya que este era un tema que las clases de 4º de la ESO llevaban trabajando desde octubre en las áreas de Valores Éticos e Historia Contemporánea. Fue precisamente gracias a las gestiones de profesorado del Departamento de Geografía e Historia como se consiguió, excepcionalmente, el permiso para poder llevar a 35 alumnos al evento. Había que poner en marcha la actividad y organizarla en tan sólo una semana, pero aún faltaba lo más importante: que los estudiantes tuvieran interés por acudir a la misma. Al no estar seguros de conseguir el permiso, no les habíamos contado nada al respecto.

Estos alumnos contaban con un conocimiento previo sobre el tema del Holocausto: durante el inicio de curso, habían estudiado seriamente las causas y consecuencias del mismo desde la Historia, la Filosofía y la Ética; habían leído un libro clásico escrito por un superviviente: Si esto es un hombre, de Primo Levi, en el que el autor relata sus terribles experiencias; habían realizado comentarios y trabajos al respecto; estudiaron las teorías sobre el autoritarismo y el mal de otra importante autora al respecto: Hannah Arendt…

Con este bagaje inicial les planteamos la posibilidad, única para nosotros, de asistir a la charla de la Señora Cabelli, judía sefardí de 92 años, que estuvo internada durante más de dos años en el campo de Auschwitz-Birkenau. No dudaron ni por un instante, y en tan sólo dos días se cubrió el cupo previsto e incluso había lista de espera por si se producía alguna baja. La actividad se recibió con enorme interés e ilusión. Y, a juzgar por el desarrollo del día y por lo trabajado posteriormente en las aulas, no defraudó lo más mínimo.

La señora Cabelli relata sin tapujos parte de lo allí vivido, con su voz ya gastada pero con el ánimo intacto. Lo hace para que la memoria de lo sucedido no se pierda, para que la barbarie no se repita a fuerza de silenciarla. Por eso es importante que, como ella repite, la gente sepa lo que pasó. Esta es una convicción que, sin duda, es compartida por nuestros alumnos, cuyo compromiso con el tema, con la ponente y con la verdad quedó demostrado en todo momento, con un comportamiento ejemplar y un trabajo decidido y serio que fue alabado por los responsables del mismo CNIIE, los cuales nos pidieron que felicitásemos a los estudiantes y nos aseguraron que contarían con nuestra participación para futuras actividades. Desde aquí hacemos llegar, una vez más, nuestra felicitación a los alumnos, que dotan de sentido a la labor de enseñar. Es reconfortante comprobar cómo, en unos tiempos acelerados y banales como estos, aún hay a quien aprender le hace palpitar.